domingo, 27 de mayo de 2007

El dañino ambiente de cordialidad hogareña.


En mí casa no se habla ni de Religión, ni de Política y de futbol solo de vez en cuando.

Era el dictado de la matriarca con el fin de mantener un ambiente ameno donde todos pudieramos convivir, apezar de nuestras diferencias de creencias, ideológicas y pasiones futboleras .


Después de 30 años se nos olvidó en que creíamos, en que pensabamos y que era sentir la pasión tribal del futbol.


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